Si acabas de ser mamá, seguro tienes mil preguntas en la cabeza sobre cómo debes criar a tu bebé. Una de las principales dudas que surgen son las dietético nutricionales. ¿Cuándo empezar a dar alimentación complementaria? ¿Qué darle de comer, además de la leche? ¿O si se debe dejar de dar leche cuando el bebé empieza a comer otro tipo de comida?
Por eso, hemos decidido hacer este artículo, para que tengas en cuenta qué es lo que deben comer los niños entre seis y doce meses. Primero de todo, tienes que tener claro que de los cero a los seis la leche materna no sólo tiene los suficientes nutrientes y calorías que necesita un bebé, sino que es lo que recomienda la Organización Mundial Salud (OMS). La alimentación con leche materna o con fórmula es suficiente para permitir el crecimiento del lactante durante los primeros meses de vida, pero a partir de los seis meses puede ser insuficiente en energía y algunos nutrientes, por lo que se debe introducir nuevos alimentos, es decir recurrir a la alimentación complementaria.
¿Qué es la alimentación complementaria para un bebé?
Dicho esto, vamos a empezar con lo que es la alimentación complementaria. La alimentación complementaria se refiere a todo alimento que comienza a tomar el lactante, ya sea sólido o líquido, distinto de la leche materna o de una fórmula infantil.
Existen muchas diferencias culturales en la forma y edad de introducción de los alimentos a los lactantes. Lo cierto es que no existen bases científicas sobre las que establecer unas normas rígidas en cuanto al cómo cuándo introducir determinados alimentos. La edad recomendada para la introducción de la alimentación complementaria es alrededor de los seis meses. En ningún caso, un bebé debe comer algo distinto a la leche (materna o artificial) antes de los cuatro meses. Tampoco es recomendable introducirle alimentos pasados los seis meses, es decir tienes que empezar entre el cuarto y el sexto mes. Tienes que ser consciente de que en el intervalo de los cuatro-seis meses, cada caso se debe tratar de manera individualizada.
Objetivos de la alimentación complementaria
Todas las madres y padres quieren conseguir la mejor introducción de la alimentación y lo más equilibrada. De esta manera se logrará un crecimiento adecuado que ayudará al desarrollo físico, social e intelectual del bebé y, de esta forma, evitar los déficits de micronutientes y disminuir el riesgo de desarrollar alergias y aversiones alimentarias.
Por eso vamos a dar unas recomendaciones generales para introducir la alimentación complementaria
La comida hay que dársela en pequeñas cantidades, de forma lenta y progresiva. Si tu bebé no come al principio no te agobies es lo más normal del mundo, ten en cuenta que no sabe tragar, ¡únicamente ha succionado durante toda su vida! Eso sí la leche materna seguirá siendo su principal alimento. Entre un alimento nuevo y otro debes dejar pasar entre tres y cinco días para que se vaya adaptando a los nuevos sabores y texturas y sobretodo evaluar su tolerancia.
Por ejemplo, puedes empezar ofreciendo con cuchara pequeñas cantidades de papilla o puré, sin saltarse la toma de pecho. Unos bebés necesitan primero mamar (beber el biberón con leche materna) antes de comer otros alimentos; mientras que a otros bebés les ocurre lo contrario. Será cosa tuya averiguar de qué grupo es el tuyo.
Y no va a ocurrir como en la películas de la televisión: el bebé no va a empezar a comer de primeras, pueden pasar días e incluso semanas hasta que el bebé se acostumbre a nuevas texturas.
Los alimentos con los que se inicia la complementación son: cereales, verduras, carne o fruta. El orden no altera el producto, es decir que puedes hacerlo como mejor te parezca, se debe hacer de manera individualizada, pensado que cada bebé es único. Aunque es cierto que se recomienda que en los niños amamantados es recomendable empezar con las verduras para poder añadir pollo y carne al poco tiempo.
Recuerda que nada de azúcar, ni de leche condensada, por ejemplo, la miel tampoco se debe dar a un bebé menor de doce meses. Tampoco puede tomar sal, ni los alimentos muy salados, ni verduras en conserva, ni fiambre, ni pastillas de caldo, ni sopas en polvo.
¿Cada cuánto le debes dar de comer al bebé alimentación complementaria?
Pues lo suyo sería hacerlo en cuatro o cinco tomas diarias, con horarios regulares y manteniendo siempre la lactancia materna a demanda. Cada bebé tiene un ritmo propio y hay que adaptarse a su maduración. Si el ambiente es tranquilo, el bebé se adaptará nuevo a lo nuevo que tiene que hacer. Cada niño tiene su propio ritmo y nunca se le debe forzar a comer. Y, por supuesto, si el bebé quiere ser autónomo y coger los cubiertos y comer solito, ¡déjale!, eso favorece a su desarrollo.