Seguramente hayas escuchado alguna vez eso de “el estrés no es bueno”. Y qué razón tiene esa pequeña frase. El estrés no es bueno para nuestro cuerpo y nuestra mente, por lo que, si últimamente estás sufriendo mucho estrés, tómate un tiempo y lee este artículo.
Vivimos en una época de estrés constante. Queremos hacer más cosas de las que el tiempo y nuestro cuerpo nos permiten, y en tiempo récord, porque siempre vamos corriendo de un lado para otro sin pensar en nuestra salud.
Con este nivel tan alto de exigencia, los problemas de salud se agravan y podemos acelerar el desarrollo de los que ya tenemos o desarrollar nuevos y más numerosas. Este modelo de vida acumula mucha tensión en nuestro cuerpo y mente, la cual puede manifestarse de diferentes maneras: padecer insomnio, causar ansiedad u otras enfermedades mentales, provocar caídas de pelo frecuentes o interferir en nuestro carácter y con ello en nuestras relaciones sociales.
Así pues, la pérdida auditiva puede ser un síntoma más del estrés excesivo y rutinario.
Efectos negativos del estrés
El estrés forma parte de nuestra vida, sin embargo, debemos detectarlo y saber cuándo necesitamos reducir su nivel para que no afecte gravemente a nuestra salud.
El estrés es una reacción de nuestro cuerpo ante un desafío, un momento difícil de nuestra vida. Se trata de un sentimiento emocional que puede estar causado por una situación o pensamiento que nos provoque frustración o nerviosismo. Tener pequeños episodios de estrés está bien, nuestro cuerpo se debe defender cuando siente peligro o cumplir con un objetivo a corto plazo, por ejemplo, llegar a tiempo a una reunión de trabajo.
Sin embargo, como afirma el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, cuando el estrés perdura en el tiempo, puede causar daños perjudiciales en nuestra salud. Esta enfermedad mental, considerada como la primera de nuestra época por la OMS (sobre todo entre personas de entre 45 y 65 años), debilita nuestro sistema inmunitario y provoca numerosas patologías: dolores de cabeza, presión arterial alta, ataques de ansiedad, migrañas, problemas gastrointestinales, etc. Y otras como la pérdida auditiva.
Existen multitud de estudios que confirman esta tesis. El Instituto Karolinska de Estocolmo llevó a cabo un estudio en el que los participantes tenían que responder a un cuestionario de 120 preguntas relacionadas con el estrés en su estilo de vida, entorno social, ambiente laboral y salud física y mental.
Además, en el cuestionario se incluían unas preguntas sobre la salud auditiva enfocadas principalmente en el tinnitus y la capacidad de escuchar conversaciones diarias.
Los resultados de las encuestas demostraron que lo participantes que sufrían insomnio, tenían un mal estado de salud y sufrían estrés laboral, eran más propensos a padecer pérdida auditiva.
Estrés, causa de la pérdida auditiva
El estrés afecta a la circulación de la sangre de todo el cuerpo comprimiendo los vasos sanguíneos. Cuando el cuerpo responde al estrés, el flujo sanguíneo que llega a los oídos se reduce, lo que afecta al nivel audición.
Al verse reducida la cantidad de sangre que llega al oído, las células no reciben todos los nutrientes que necesitan para funcionar correctamente. Si el flujo de sangre se detiene por completo, nos encontraremos ante un caso de pérdida auditiva súbita o inmediata.
El estrés crónico puede empeorar gradualmente la audición y causar tinnitus, lo que coloquialmente se conoce como “zumbidos en el oído”.
Cómo controlar el estrés
El estrés puede resultarnos difícil de controlar si siempre hemos llevado una vida activa, muy ajetreada y en la que no hemos parado ni un momento. Estos cinco consejos de la American Psychological Association pueden ayudarnos a empezar a controlarlo:
- Hacer ejercicio. Los beneficios que aporta el deporte a nuestra salud son innumerables, tanto física como emocionalmente. Podemos comenzar practicando ejercicio 20 minutos al día.
- Meditar. Al igual que el ejercicio, la meditación contribuye a la relajación de la mente y cuerpo y nos ayuda a concentrarnos en nosotros mismos por un instante.
- Tomar un descanso. Cuando el estrés nos esté superando, debemos tomarnos un tiempo para darnos perspectiva y observar lo que nos está provocando esa sensación.
- Reírse. Cuando nos reímos movemos los músculos faciales, que son particularmente buenos para aliviar la tensión y demostrar al cerebro que estamos felices.
- Apoyo social. Seguramente haya gente que haya pasado, o esté pasando, por un momento similar al tuyo. Hablar con ellos nos servirá de apoyo y entenderá por lo que estamos pasando.
Para aquellas personas que trabajan en entornos especialmente ruidosos les recomendamos realizar descansos de 15 minutos de forma periódica ya que su alta exposición puede provocarles pérdida auditiva más fácilmente.
Como hemos visto, actualmente, el estrés es una enfermedad común entre la sociedad, por eso debemos intentar prevenir al máximo la aparición de estrés crónico que pueda derivar en graves problemas de salud y pérdida auditiva. En caso de padecer estrés, recomendamos acudir a un profesional especializado en salud mental.
Además, si sufres pérdida auditiva, desde Farmacia Fatou ponemos a tu disposición un gabinete de audición formado por profesionales de la audición. La primera revisión es gratuita, pide tu cita.
