Existen varios motivos por los que que te acatarras más en invierno. El frío ralentiza nuestro sistema inmunitario, estar mucho tiempo en lugares cerrados hace que estemos más expuestos a gérmenes y los virus respiratorios están más activos y son más resilentes al frío.
Aprovechar los recursos de la naturaleza y todo su poder para, así, poder evitar un catarro, aunque esto sea casi inevitable es una manera de afrontar el inviernos con una salud de hierro. Seguro que te estás preguntando cómo. La Fitoterapia, término acuñado por el médico francés Henri Leclerc a principios de siglo XX, es un neologismo formado a partir de dos vocablos griegos: phytón (planta) y therapeía (tratamiento). Etimológicamente, por tanto, fitoterapia hace referencia al tratamiento de las enfermedades con plantas.
En fitoterapia se utilizan productos de origen vegetal cuyos márgenes terapéuticos son amplios, se trata de una terapia suave, poco agresiva, con un bajo porcentaje de efectos secundarios. La fitoterapia se puede usar tanto para el cuidado de la salud, la mejora de la calidad de vida, la prevención y el tratamiento de enfermedades. Si bien es cierto que son las enfermedades crónicas y las afecciones leves y moderadas, su principal campo de actuación, también resulta útil en la terapia de más del 90% de las afecciones tratadas habitualmente en atención primaria.
La fitoterapia puede ser abrumadora
De esta forma, curarse o prevenir enfermedades con plantas puede ser algo tan abrumador que no sepas ni por donde empezar, por eso vamos a darte cuatro recursos de la naturaleza para empezar a prevenir catarros este invierno.
- El propóleo tiene componentes como aceites esenciales, resinas, polen, minerales (aluminio, estaño, cromo, cobalto, plata, boro, hierro, bario, entre otros) y vitaminas (sobre todo provitamina A y vitaminas del grupo B), y, como todo lo natural, el nivel de estos elementos puede variar según el entorno que rodee a la colmena. Entre todos estos compuestos, los ácidos orgánicos y fenólicos, aldehídos aromáticos y flavonoides son los que hacen que el propóleo tenga cualidades de reforzamiento para el organismo ante resfriados, rinofaringitis, irritaciones de la garganta, afonías o ronqueras. De hecho, en históricamente el propóleo se ha empleado siempre para tratar catarros, resfriados, gripe, laringitis, bronquitis, sinusitis, otitis, neumonía crónica o tuberculosis pulmonar.
- Drosera. En la Antigüedad se utilizaba esta planta carnívora para tratar la mayoría de los virus que provocan resfriados. Se puede tomar en forma de jarabe cuando la garganta empieza a picar. También es se puede administrar en infusión para prevenir, mezclada con gotas de propóleo.
- Las hojas de eucalipto poseen un efecto mucolítico que ayuda a limpiar y a abrir las vías respiratorias. Son un gran remedio ante todas las afecciones de las vías respiratorias: resfriados, gripe, tos, asma, bronquitis agudas y crónicas. También se utilizan para combatir la fiebre. Se puede tomar en infusión combinado con miel, limón o menta utilizando una o dos hojas por cada taza de agua hirviendo, o se pueden tomar baños de vapor de pecho y cabeza. Su aceite esencial es muy eficaz diluido en agua para hacer gargarismo en caso de anginas o garganta congestionada. También se puede utilizar en un difusor de aceites esenciales para descongestionar la nariz.
- La flor de saúco favorece la sudoración y calma la tos. Se aconseja su uso en catarros, faringitis, anginas, gripe y pulmonías. Como es revitalizante tiene propiedades antivirales y lo mejor es que acorta la duración de los resfriados. Se puede tomar en jarabe y en infusión, la cual debe prepararse con una cucharada sopera de flores desecadas o de hojas por cada taza de agua.
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El té de gordolobo se emplea para combatir la irritación de las vías respiratorias, la tos y el asma, principalmente de los bronquios y de la tráquea y los bronquios. Facilita la salida de la mucosidad y alivia la sensación de ahogo. Se aconseja la toma de tres o cuatro tazas al día. Eso sí, un consejo útil es filtrar cuidadosamente la infusión, ya que los estambres de las flores expulsan muchos pelitos que pueden resultar irritantes.
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El tomillo está considerado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) como expectorante probado para combatir la tos asociada al resfriado. Puede consumirse junto con hiedra y prímula para potenciar su efecto. Es uno de los mejores desinfectantes naturales que se conoce ya que es muy rico en timol. El tomillo es un potente antiséptico respiratorio que elimina los gérmenes y minimiza los síntomas de las infecciones, como el malestar o la fiebre. En infusión se aconseja tomar tres tazas diaria con una cucharadita de flores secas por taza.
Así que ya sabes si te sientes con la cabeza un poco espesa y estás raro has de correr a la farmacia a por pañuelos y pide alguna de estas hierbas para poner en marcha la fitoterapia.