Un preservativo es un elemento tan valioso que, aunque parezca exagerado, puede salvar una vida.
Desde nuestra farmacia, en este mes de la salud sexual, nos gustaría que tuvieras en cuenta los siguientes aspectos.
Para que el preservativo haga su función debe guardarse en un sitio seco y fresco. Debemos tener en cuenta que la exposición prolongada al aire, el calor o la luz los vuelve más frágiles, por lo que si tus preservativos han estado sometidos a esas variables te aconsejamos que los deseches. También te aconsejamos que revises con frecuencia la fecha de vencimiento de éstos, pues pueden perder sus propiedades y no podrás disfrutar de un sexo seguro.
A continuación te damos más consejos:
- Cuando abras el preservativo hazlo con cuidado para no rasgarlo. Abre el sobre por uno de sus bordes usando los dedos, nunca la boca u objetos con filo.
- Para garantizar máxima protección, no uses un preservativo dos veces. Usa siempre uno nuevo.
- La envoltura no debe estar dañada. Antes de abrirlo debes sentir como una almohadilla de aire. Si no lo sientes, no lo uses.
- Para que no haya riesgos de contagios, es recomendable que el hombre se ponga el preservativo tan pronto como sea posible al iniciarse la estimulación erótica.
Es importante insistir en que la protección que brindan los preservativos depende de su uso correcto y habitual.
Existen tres materiales de preservativos masculinos: látex, tejido de animales y poliuretano. Los tres pueden servirnos para prevenir un embarazo no deseado, pero los que son efectivos para la prevención de infecciones de transmisión sexual son los de látex y poliuretano. Aunque el preservativo más distribuido y usado en todo el mundo es el de látex.
Los preservativos pasan por muchos controles de calidad y seguridad. Las pruebas consisten en almacenamientos diferentes (como guardar el condón en un lugar sin oxígeno o bajo altas temperaturas), pruebas de goteras realizadas con agua, pruebas de fuerza con aire y pruebas de alergia al látex.